sábado, 18 de mayo de 2013

PS/2013 Ejercicios Prácticos para morir en paz. THEE OH SEES _ Y EL CAOS PRIMORDIAL sábado 25 de mayo Escenario ATP 22:15




Volver la mirada atrás cuando todavía retumban en nuestra cabeza los monitores saturados, los pies aun doloridos por los peregrinajes absolutos, y las horas de sueño que se perdieron en cualquier lavabo portátil con olor a desinfectante azucarado. Tiene siempre siempre un amargo recuerdo de desazón, unas veces por una oportunidad desperdiciada, otras tantas por una compañía desafortunada... y como no; no hay vez que no pensemos que hubiese sido de nuestro probe corassón, si en vez allí hubiéramos estado acullá. Quien sabe, pudiese ser que fuera que nuestro recuerdo en vez de...
  • Me cago en los clavos de cristo, ¿en que narices pensaba cuando me convencieron de ir al escenario X? Fuese...
  • - Joé bendita mi suerte por escoger ver a The Last Allop in your Mouth en vez de a Leslie Trajano & the Conchabators (no los busquen en Pitchfork porque son ficticios ¿no?)
Desde que tomé tan afortunada decisión mi vida ha cambiado por completo, no solo duermo a pata suelta flotando en el recuerdo de tan maravilloso momento, si no que se lo puedo contar a todos mis amigos porqué ninguno los vio.



Algo parecido me pasó el pasado Primavera. Venía yo junto a Lapor de ver a White Denin y una esquizofrénica actuación de aquellas en las que no se sabe cuando acababa un tema y cuando empezaba otro, cuando... (Modo pensamiento propio, con eco y todo):
  • Mejor no la arrastro a ver a Thee Oh Sees, no vaya ser que la cague, y lleve cual condena toda su vida estas 2 horas perdidas.
Total que acabé en el concierto de Beirut, que se parecen a los primeros lo que un huevo a una castaña.
No es que los Libaneses estuviesen mal, pero cuando todos tus conocidos te dicen que Thee Oh Sees dieron un concierto acojonante, entonces... entonces... Carraspeas mientras maldices para tus adentros y sueltas:
- Pues anda que Beirut... fuah!! que rigor, que colorido, que juego de voces, y no veas lo bien que vocalizaban el Inglés para ser de allí abajo. En fin, que este año no pasa sin que vea a los Californianos sobre el escenario, vamos que se podría caer el cielo y sufrir una indisposición de tres pares, que allí estaré. Aunque sea con una braga pañal.



Mi primer encuentro con THEE OH SEES fue en Noviembre del 2011 con su tema “Carrion Crawler”, que daba nombre al trabajo de aquel año y con “Chem-farmer. Con ese arsenal llegué a ellos, y de rebote como es evidente, al resto de la obra que había publicado la banda hasta la fecha: “Castlemania”, “Help”... Wow!! la sorpresa fue mayúscula porque si bien es cierto que este cuarteto no comenzó a destacar hasta entonces, a sus espaldas dejaban un reguero de pildorazos a pico y pala que poco tiene que ver con la flor de un día, en la que se han visto convertidos algunos antojos de la escena musical en general.
Efecto por cierto, a la que se ha visto abocado por la euforia/novedad, cualquier hijo de madre que se precie, y en el que se incluye el que aquí suscribe.



Desde el año en el que John Dwyer, guitarrista y voz de THEE OH irrumpiera en la escena de clubs de San Francisco, allá por 1997 bajo el pseudónimo de Orinoka Crash Suite. Este personaje de semblante extasiado, mirada beoda y una retirá a Alan Tudyk en estado de alucinación “que pa que”; no se ha detenido ni un instante en su prolífica adicción por fecundar melodías desquiciadas, y procrear discos a una velocidad orgásmica conejil. Su porte de Lux Interior afectado por una insolación en las playas Californianas y esa hiperactividad creativa, ha hecho de él una fuente inagotable de proyectos variopintos: Grupos y subgrupos, colaboraciones, experimentos en solitario... hasta recaer definitivamente en THEE OH SEES, una banda tal y como la entendemos los mortales de andar por casa.
En ese trayecto que comenzó en 2006 con “The Masters Bedroom is worth spending a Night in”, y que ha llevado al grupo a grabar de manera compulsiva siete Lp's y nueve Ep's hasta la fecha; la banda de San Francisco ha conseguido tal identidad, apoyada en en un binomio acción/efecto, que la poblada camada de cachorros que sale a diario de las filas Slumberland Records y de Captured Tracks parecen pasatiempos de carácter lúdico a su lado.


Y lo realmente destacado del asunto no es que hallan publicado cuatro discos en dos años y medio, no. Si no que entre todo este tropel de canciones por así llamarlo; en las que nos hicieron seguir la pista errónea del Garaje de reverberaciones surferas y espaciales. Si tenemos narices de echar el freno y pararnos a reflexionar, descubriremos que John Dwyer y sus cuatro compañeros de viaje (Lars Finberg, Pete Dammit!, Brigid Dawson, y Mike Shoun), han tenido el suficiente tiempo para idear una trilogía con su precuela incluida y llevarnos de paseo a lomos de su Punk-rock pasado de revoluciones por todo un variopinto mundo de detalles y deferencias, a los géneros más abominables a los que pueda uno echar mano.

El pasado año me la colaron y casi se me escapó como un suspiro, uno de sus trabajos más cómodos y públicos hasta la fecha. Algunos pensaban (yo incluido), que Thee Oh Sees habían caído en las redes de la accesibilidad cuando su sonido aminoró la marcha y creció en arreglos fantasmagóricos, que parecían querer buscar a un público más amplio. Craso error, ya que aquel Putrifiers 2 con aquella desconcertante portada del hombre/perro postrado contenía uno de los inicios más endiablados del pasado año, siendo un disco al que pocos tuvimos el arresto de dar la importancia que se merecía.
Wax Face” es un trallazo de puro Rock rocoso, santo y seña que conecta directamente con el sonido empleado en Carrion Cawler/2011 (Contraption/Soul desert, The Dream, o Crushed Grass). Pero en trazos generales, Putrifiers 2 demuestra una vez más que la inestabilidad e hiperactividad de John Dwyer se traduce en una incontestable creatividad y curiosidad de amplio espectro, basta con dejarse llevar y darse un paseo por: “Hang a Picture” o “So Nice”, donde se cambia ese sonido Lo fi juguetón de Castlevania/2011 o el Garaje galáctico de Carrion Cawler por otras ramificaciones a las que algunos llaman Psicodelia.
Aunque no acabo de estar seguro si es correcto aplicar este adjetivo tan recurrente actualmente; cuando en realidad la sensación que me queda cuando repaso sus dos últimos trabajos , es la de estar ante una banda la cual no entiende del sentido estricto de los géneros como un concepto, si no que se parecen más a aquellos pioneros que exploraban nuevos territorios en busca de filones.

Hablar de Garaje, Surf, Rock primitivo, Punk, Psicodelia, o Pop sesentero estrecha demasiado el cerco, cuando quizás THEE OH SEES es un poco de todo, o nada de eso en concreto.
Sería a lo mejor, más acertado emparentarlos a unos CRAMPS como una banda que rendía culto sus ancestros del Rock & Roll Americano más oscuro de los 50/60's, y que sin embargo crearon un sonido tan personal como escabroso. A unos Ramones que igualmente resucitaron el Surf Californiano y a las Teddy's más azucaradas convirtiéndolas en Punk Rocker's. O si me apuras a unos Velvet Underground, por esa visión a la hora de conciliar el Pop de los 60, el Rock Americano, y la experimentación, tan cercana al Krautrock como antesala de sonidos futuristas. Algo que llama bastante la atención de la última entrega de Thee Oh Sees, “Floatin Coffin/2013” y algunos de los ritmos secuenciales que salpican todo el disco y que a su vez también se encontraban en el anterior; determinando una filosofía bastante abierta y poco encorsetada a la hora de componer, para marcar un rumbo cáustico y multicolorista.


En algunos sitios he leído que dicen de éste: “como su disco definitivo”, vamos el mejor para entendernos. Un disco de aquellos que comienza también sin tregua, “I come from the Mountain”, remonta colinas a golpe de baqueta y mástil de cuerda gruesa y avanza implacable dejándose sazonar con órganos, loops alucinógenos, vocooders, fuzzs de bajo distorsionado, que zumban como moscardones pegados a un cristal... y que buscan la salida nerviosamente. Su sonido es una especie de todo eso, algo inconcreto por la manera compulsiva de escupir latigazos mecánicos que acaban por agarrarse a tus intestinos para hacerte vomitar la tensión biliosa que nos oprime.
No sabría si dar por buena esa afirmación de “lo mejor de...” como su techo artístico. Demasiado fácil para una banda pagana que disfruta en la ciénaga como cochinos salvajes al igual que Ty Segall o White Fence; otros socios que no parecen buscar la excelencia, más bien ejecutar con oficio una terapia exorcista de mantras tan poco ortodoxos como liberadores.
Un universo fascinante lleno de fetiches bizarros que desnudan la esencia del ser, como un animal que al fin y al cabo debería usar su escaso raciocinio para justo lo contrario: Escapar de lo manuales de instrucciones y volver a ser un caos primordial.
  
 FULL LIVE ON PIONEERTOWN/2008 & AND ENCORE "Minotaur/2013 song"
 Setlist

The Dream 2:17
Meat Step Lively 8:55
Devil Again 11:40
I Was Denied 15:57
Tidal Wave 19:38
Humans Be Swayed 23:07
Robber Barons 31:04
Block Of Ice 35:33
Destroyed Fortress Reappears 46:03
No Spell 49:28

Minotaur (encore) 55:34
 

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