Ya son
varias las ocasiones en las que esta pequeña bitácora ha ejercido
un efecto catalizador sobre aquellos recuerdos que permanecían medio
aletargados en mi sesera. Uno no sabe ya si todo depende de la edad
(pretexto recurrente para medio excusarse del continuo goteo de
batallitas). Aunque prefiero pensar que sea o no gracias a la edad;
los recuerdos disfrazados de nostalgia son siempre para bien , un
saludable ejercicio que nos ayuda a envejecer con perspectiva.
El pasado
mes coincidiendo con el tercer aniversario del aquí presente ,
volviendo a construir otra de tantas compilaciones (aunque
últimamente hallan cedido terreno a las actuales playlist de cada
mes). Volví a sentir ese mismo fulgor candente que resurgía en mi
con fuerza cada cierto tiempo; y que hacía que inesperadamente
volviera desempolvar de manera compulsiva , todas aquellas canciones
, grupos y discos que me han convertido en lo que soy.
Naces ,
creces , te instruyes y adoptas de manera intrínseca todos aquellos
valores que tu familia transpira: Hermanas , Padres y aquellos que se
van sumando a la manada te forman sin una clara intención
premeditada. Todo es anecdótico pero a la vez imprescindible para
acabar siendo quienes somos; en algún momento determinado creemos
tomar las riendas de nuestro destino revelándonos contra todo lo
establecido. Pero es tan solo un viaje a solas que todos tenemos la
necesidad de recorrer , descubrir por si solos si es verdad que la
autodeterminación nos va hacer únicos e inigualables.
Por suerte
llegado el momento aminoramos la marcha y nos detenemos; miramos
hacia atrás , y observamos que somos seres permeables. Digo por
suerte , porque no es hasta entonces cuando asentimos con orgullo y
damos las gracias de haber tenido a esas grandes personas a nuestro
alrededor. Algunos ya hace tiempo que nos dejaron , otras se dejaron
influir recíprocamente por nosotros y en su mayoría siguen
pululando por nuestro universo personal.
Es por ello
, que este Verano; aprovechando uno de esos momentos para echar el
freno a tanta actualidad , tengo la necesidad de reivindicar aquellos
que fueron mis primeros discos. Si no fueron discos literalmente
hablando , si que fueron aquellos sonidos que me despertaron el
interés por la música o por lo menos los que tuvieron el honor de
marcarme el camino a seguir , (evidentemente fueron los primeros de
la lista en el momento de adquirir mi propio giradiscos).
Algunos poco
tienen que ver con todo lo que he ido descubriendo por mi mismo ,
pero sin embargo para que uno vea lo arbitraria que es la vida;
aquellas señales indescifrables , con el paso del tiempo se
revelaron como cruciales.
Si he de
retroceder hasta el primer acorde que se clavó como un aguijonazo he
hizo sacudir mis caderas , enarbolar raquetas , y mochos de fregona
al más puro estilo roquero; fueron sin duda “Helter Skelter” de
BEATLES y “If the cap fits” de STRETCH. Este último ,
recuerdo verlo girar como la cara “b” de un Single en un pequeño
giradiscos de maleta que amenizaba nuestro pequeño cubículo;
formato pobre de familia numerosa de la periferia de Barcelona.
Cada vez que
mi padre desaparecía en su interminable ronda de bares de fin de
semana , y mis hermanas se quedaban a solas; el comedor de mi casa se
convertía por unas horas en la pista de cualquier club de los bajos
suburbios; eran tiempos en los que el Rock tenía su propio baile.
Eran benditos salmos que retumbaban y que se acabarían propagando
como la pólvora , conforme mis cuatro hermanas se fueron
emancipando.
Pero hubo
pocos discos discos que me marcaron tan visualmente como lo hizo
aquella portada del “Loves got a hold on me” de STRETCH. Sus
riffs , sus endiablado bajo , y la ácida voz de Elmer Gantry eran
de aquellas que pertenecían inequívocamente a un universo
satanizado por nuestros padres. Para ellas , eran una vía de escape
perfecta a la potestad paterna tan machista de mi padre , para mi
aunque encarnara la desagradable tarea del infiltrado en las filas
enemigas , acabó siendo un periodo de prácticas de lo más
educativo.
Con los años
he aprendido a reconciliarme con el pasado más turbio y con el
hambre de descubrir; y que tanto en lo negativo como en lo positivo ,
todo , nos forma de una manera u otra. Con las tardes tormentosas de
mi padre de carácter osco e intransigente , con su analfabetismo ,
con su caída en el alcohol y también con su amor por la naturaleza
en aquellos campos de Jaén.
Con mis
hermanas y mis cuñados a la fuga de todo lo anterior mencionado; en
tardes ejerciendo de vigilante sobornado , mientras el humo de hachís
relajaba la escucha de Led Zeppelin , Pink Floyd o Lou Reed , o
devorando Víboras y Makokis a hurtadillas mientras ponía la oreja a
esas historias incendiarias que se contaban como leyendas.
Sin embargo
no fue hasta pasados los años cuando tuve la necesidad de regresar
sobre mis pasos y buscar aquel maldito disco. Pasaba las tardes del
Sábado olisqueando entre los cajones de Kebra Records y Discos
Revolver pidiendo consejo al iluminado Fermín; sin caer en la cuenta
de una vieja tienda de vinilos de coleccionismo.
Aquellos
años la música alternativa se había convertido en el alimento
jóvenes hambrientos que como yo , se deshacían a la busca de aquel
7” perdido de The Smiths , James , Felt o Monochrome Set. No
existían los apartados de música “indie” en aquel entonces; si
acaso empezaban a dar sus primeros coletazos bandas como Inspiral
Carpets , The Auteurs , Sundays o Pixies , hasta que en en 1994
estallara la fiebre “indie” con Suede , Radiohead y Oasis.
Para
entonces , aquellas bandas alternativas de los 80 ya vendrían a
formar parte del pasado; había que volver más hacia atrás para
buscar el porqué de todo junto. Porque , todo tuvo que explotar en
algún momento del pasado ¿no? En aquella calle Tallers permanecía
aquella vieja tienda de vinilos , justo en frente del harén “indie”
en el que se había convertido Discos Revolver. Permanecía
imperturbable al paso del tiempo y aquel viejo que todas las tardes
se apoyaba en la entrada de su tienda Rock & Blues Records , ya
parecía haber vivido las mismas vorágines años atrás.
Realmente
daba verdadero pánico adentrarse en aquel pequeño templo de la
música. Pero un día decidí entrar , al fin y al cabo era
posiblemente el único sitio donde podía dar con el rastro de aquel
disco del 76; sus cajones atestados de aquellas fundas bien cuidadas
, con el olor característico del cartón envejecido y de esos
vinilos de 180 gr. daban para pasar tardes interminables
acariciándolos. Pero fui directo a la S de STRECHT y allí estaba ,
incluso su primer trabajo Elastique del 75; me imagino que sobrará
detallar la serie de sensaciones que recorrieron mi cuerpo , todos
habréis vivido esos mismos placeres al reencontrarse con un viejo
amigo.
Me costó un
buen pico pero valió la pena por volver a recuperar aquellas dos
alumbradoras canciones y sumergirme en aquella desdichada banda
Británica de los 70 que nació a la sombra de Fleetwood Mac.
Aquel
cuarteto fue como el hijo bastardo de Mick Fleetwood , que los
repudió aludiendo su completo desconocimiento de aquella banda , para
finalmente eludir la gira en conjunto de aquellos tempestivos años.
STRETCH aunque pudo desaparecer sin dejar rastro tuvo tiempo de
grabar un segundo albun bajo el largo título de “You can't beat
your brain for entertainment” , no se si fue el mejor disco de
aquel proyecto del ex-Elmer Gantry's Velvet Opera”. Pera fueron
ellos los que indicaron el camino a seguir; y me es indiferente si
no fueron Joy Division o Velvet Underground , de veras que lo siento.
Hay quién se empeña en plantar la bandera de su emancipación
musical en lo más granado del santuario alternativo , pero el mio no
fue así y lo orgulloso que me siento por ello.
La historia
de STRETCH fue tan fugaz como la de aquellas estrellas que cazas al
vuelo en un oscura noche: Que se pierden en el infinito sin saber muy
bien el porqué de su fugacidad.
Su estilo a
la hora de ejecutar el Rock más tradicional pudo parecer un paso
atrás en unos años Psicodélicos y emergentes; por aventurarnos por
enésima vez en descifrar las eternas claves de la insignificancia de
algunas bandas , en aquel cielo plagado de estrellas rutilantes y
vanguardistas excéntricos. Su perdición acaso pudo ser su
alejamiento hacia el sonido Americano cuando todo el mundo quería
ser Británico?¿ No fueron seguramente el parangón de la
originalidad , ¿pero acaso la necesitaban? Lo curioso es que
volviendo a escuchar aquel disco pasados 20 años , su excitante
propuesta me sigue pareciendo totalmente contemporánea; justo lo que
uno necesita en ese preciso instante al escucharlo de nuevo.
La verdad es
que “You can't beat your brain for entertainment” , es uno de
aquellos trabajos clásicos en el que lo más granado de la música
cabalga a lomos del Rock: Blues , Folk , Rock duro , Psicodelia ,
glam como otros tantos , que se entretejen por las costuras de esa
camiseta apretada tan abrasiva de tipo duro.
Las dos
canciones que entraron a formar parte de mi ADN en esos años de
imberbe , fueron tan solo pequeños orgánulos en medio de un
entramado de cadenas genéticas. Los diez cortes o tajos , como se
les quiera llamar , tenían tantas o más opciones de captar la
máxima atención de cualquier pérfido como las de aquel Single: La
glamurosa “Can't get enought” con esos primeros riffs tan a lo T
Rex o primeros Rollings.
Los slides
acústicos de “Fixin' to die” que abren el disco y que nos
remiten al Nueva Orleans más rasposo , son un aperitivo premonitorio
para captar la idea de lo que se cuece entre esos gruesos surcos:
Todo un compendio de artilugios sonoros que se apoyan sobre cuatro
patas de lo más convincentes.
Tanto cuando
empuñan el hacha del Hard Rock más directo en “If the cap fits”
, “Hold up the lights” o , “Puts your hands up” como cuando
quiebran hacia Rock&Rolls bestiales como el de aquel single;
“Love's got hold on me” , por citar el caso.Su sonido es de
aquellos a los que se suelen atribuir tantos padrinos como mestizaje tiene la
música actual.
A lo mejor
fue su osadía por bajar a los hornos crematorios para hacer música
desde el estomago; restando importancia a su falta de originalidad.
El caso es que STRETCH tenían poco que perder , por eso poco les
importaba marcarse un blues tan clásico como el de “Feelin' sad”
en el cierre del disco , o empañarse de Progresivo con “The way
life is”. Porque en el fondo , lo ciertamente lo preocupante es su
radiante vigencia pasados ya 36 años de su edición.
Pero en
definitiva y dejando de marear más la perdiz , la música en general
y de cualquier añada tiene tantos ciclos y frecuentes cambios de
dirección. Que al final solo queda asumir su auténtica VERDAD: El
secreto no está tanto en querer ser actual como en parecer original
, si no en el alma que esta lleve impresa.
Y es
básicamente lo que atesora este pedazo de historia: Alma sin
ataduras y algún pedazo de mi mismo.
SALUDOS.